Instante

Un instante.
Eso es lo único necesario para que se rompa la cotidianidad, la seguridad de lo diario.

Un instante.
Eso es lo único necesario para hacer tambalear tu vida, lo que creías que iba a ser tu vida.

Un instante.
Eso es lo único necesario para destruir tus anhelos, para que tus sueños compartidos desaparezcan como la niebla ante la claridad de un nuevo día.

Un instante.
Eso es lo único que necesita otra persona para tratar de destruirte y que, irónicamente, constituye el acto por el que te libera de la mediocridad desvelándote la verdad más clara sobre tu persona, tu vida y tus sueños.


Gracias por ese instante que me ha permitido deshacerme de tu lastre.