EL HOMBRE ELEFANTE

Pero en ninguna ocasión me he encontrado con una forma tan degradada de un ser humano como la de este hombre.

Es imbécil posiblemente desde que nació, es un completo idiota. Roguemos a Dios para que así sea.

Es que yo no estoy acostumbrado a ser tratado tan bien.

Debí ser una gran decepción para ella.
Si pudiera encontrarla y ella pudiera mirarme con amor, queridos amigos, aquí y ahora quizás me amaría tal como soy.
Yo me he esforzado mucho por ser bueno.

Quisiera poder dormir como la gente normal.

Hay algo que desde hace algún tiempo quiero preguntarle, ¿puede usted curarme?
No, nosotros podemos cuidarle pero no podemos curarle.
No… ya me lo imaginé.

Oh! Señor Merrick, usted no es un hombre elefante… usted es Romeo.

A la gente le asusta lo que no llega a comprender y es difícil de entender incluso para mí por qué mi madre era tan hermosa…

Nada, nada morirá jamás.
La corriente sigue su curso.
El viento sopla.
La nube vuela ligera.
El corazón palpita.

Nada morirá.