Qué puedo hacer?
Pues reírme. Yo no digo que no llore nunca… pero mientras tanto me río; es ridículo tomarse las cosas tan en serio.
Además, llorar viene bien; te deja como nueva.
Sabes en ese momento en el que te das cuenta de que la casa en la que has crecido ya no es tu casa?
De repente aunque tengas un sitio donde poner tus cosas la idea de casa desaparece…
Un día cuando te vayas te pasará y no lo recuperarás jamás.
Es como sentir nostalgia de un sitio que ya no existe.
A lo mejor eso es una familia; unas personas que echan de menos un lugar imaginario...
META
Hace 13 años
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