Tener un hijo enfermo es una ocupación de tiempo completo.
Claro que aún disfrutamos la felicidad cotidiana de la vida familiar; una casa grande, buenos hijos, una bella esposa…
Pero bajo el exterior hay grietas, resentimiento, alianzas que amenazan las bases de nuestras vidas… como si en cualquier momento el mundo se fuera a derrumbar.
META
Hace 12 años
No hay comentarios:
Publicar un comentario