CASTILLOS EN LA ARENA

Hay una gran diferencia entre estar enamorada, amar y desear.

El conocimiento es fuente de vida para todo aquel que lo busca pero la sabiduría del loco es la locura.

Depende de los sentimientos que tengas hacia mí; si me deseabas como a una mujer o sólo como a una zorra.
Por que si me querías como mujer te sentirías como yo me siento: en paz conmigo misma, limpia y contenta, sin ningún sentimiento de culpa.

Me interesa conocerme a mí misma, ser yo misma.
No podría hacerlo si malgastara mi vida en el juego del matrimonio normal que ha estado preparado mucho antes de que yo naciera.
Durante los primeros veinte años de la vida de una chica la acostumbran de tal forma yendo a las mismas escuelas que los chicos a tomar las mismas clases, a vivir en el mismo mundo de ellos que no pueden llegar a darse cuenta de que no son de ninguna manera, en absoluto, iguales.
Déjalas que se casen y verás lo que pasa; el hombre entra en la vida profesional y la mujer se convierte en una servidora doméstica sin sueldo; eso significa tu igualdad, ¿de qué le sirve toda esa educación si sólo sirve para hacerlas infelices?
La nada es lo que acaba con ellas.