LA DECISIÓN DE SOPHIE

Desde este puente de Brooklyn en el que grandes escritores han intentado encontrar palabras con las que enriquecer la voz de América.
Mirando a la tierra que nos dio a Walt Whitman que desde su orilla este soñó un futuro para su país y lo convirtió en palabras.
Desde este puente del que escribieron Thomas Wolff y Harold Kling damos la bienvenida a Stingo a este panteón de los dioses cuyas palabras son lo único que conocemos de la inmortalidad.


La verdad no hará que lo entiendas más fácilmente, sabes?
Tú crees que al conocer toda la verdad sobre mí me comprenderás y entonces me perdonarás todas mis mentiras.

Te prometo que no te dejaré nunca.

No prometas nunca eso. Nadie debería prometer eso.
La verdad, la verdad… ni siquiera sé cuál es la verdad después de haber dicho tantas mentiras.


Mi padre creía que la perfección humana era posible.
Todas las noches rogaba a Dios que me perdonará por estar decepcionando a mi padre continuamente.

Y le pedía también que me hiciera digna de un hombre tan admirable y tan bueno.