HANDKE, P.: La mujer zurda

Todo lo que uno no conoce desaparece.

Estar sentada en la habitación y no saber qué hacer.

Y desprecio la soledad. Me desprecio a mí misma cuando estoy sola.

No estés demasiado solo. Si no, algún día te me vas a morir de soledad.

Pensad lo que queráis. Cuanto más creáis poder decir de mí, tanto más libre de vosotros voy a estar.

Acabo de tener la sensación que cada minuto que pasa una sola se le está escapando algo que ya no va a poder recuperar nunca.

Espero de un hombre que me ame por lo que soy y por lo que voy a llegar a ser.

Si soñar significa querer ser lo que una es, entonces quiero ser una soñadora.

La soledad es causa del más gélido, del más repugnante de los sufrimientos: el de la inesencialidad. Después uno necesita gente que le enseñe que todavía no está del todo degenerado.