VILLIERS DE L´ISLE-ADAM, Vera y otros cuentos crueles

1. VERA. Quien vea a Vera le amará. Reconociendo que el mundo les era ajeno. En ellos el espíritu penetraba de tal modo en el cuerpo. Era difícil distinguir en qué punto lo imaginario y lo real eran idénticos. MAQUIAVELO: La Mandrágora. Entonces advirtieron que no eran, en realidad, sino un solo ser. La certeza de todos los objetos se desvaneció de repente. 2. EL INTERSIGNO. El hombre no es más que un fétido esperma, saco de estiércol, comida para gusanos. Así, todo hombre se transforma en algo que no es humano, ¿Por qué adornas y engordas esa carne que devorarán los gusanos dentro de pocos días y, en cambio, no adornas tu alma? SAN BERNARDO. Toda siesta después de almorzar me parece turbar la perfección del sueño nocturno. Joseph de Maistre: "Entre el hombre y Dios solamente existe el orgullo". Un profundo sueño, eso0 es lo que necesito. Mañana ya no se vive. 3. EL CONVIDADO DE LAS ÚLTIMAS FIESTAS. - Señorita, tened cuidado; de vez en cuando hay que comer un poco de pan, y vos parecéis olvidarlo. - Señora, gracias por el consejo. A cambio, sabed que, para algunas, el pan no es otra cosa que un prejuicio. Ah, fría Susannah!! Se diría que has venido al mundo con el único fin de recordarnos que la nieve quema. No se puede competir en perfección con un loco en aquello que desvaría 4. ANTOINE. Después de haber consultado mis recuerdos, he escogido uno de mis rizos, y lo llevo… por espíritu de fidelidad. 5. LA DESCONOCIDA. Ciertamente podía vanagloriarse de haber encontrado, al primer intento, una mujer sincera que había tenido el valor de mantener sus opiniones.