DOSTOIEVSKI, F.: Crimen y castigo

Caballero, ¿no es cierto, caballero, que cada persona necesita tener por lo menos un lugar donde le traten con cariño?

Página 81.

A su hermano le fascinó Napoleón; en realidad, le fascinó el hecho de que muchos genios no se han detenido ante una mala acción aislada, sino que han pasado por encima sin vacilación.

Página 635.

Ahí están tan campantes yendo de aquí para allá por la calle… y cada uno de ellos es por naturaleza propia un canalla y un bandolero… Peor todavía, ¡Un idiota!

Página 669.

Habiendo nobleza, lo demás se puede adquirir gracias al talento, al saber, al raciocinio, al genio.

Página 677

Lo que le avergonzaba no era la cabeza rapada ni los grilletes: su orgullo estaba profundamente herido, y esa fue la causa de su enfermedad.

Página 692.

Porque el tormento y las lágrimas también son vida.

Página 693.

Presentía que había algo profundamente falso dentro de él y en sus convicciones.

Página 694.

En el mundo entero, sólo podían salvarse unos cuantos elegidos, puros de corazón, destinados a dar nacimiento a un género humano nuevo, a una vida nueva, a renovar y depurar la tierra; pero nadie había visto en ninguna parte a esos seres, nadie había escuchado su palabra ni su voz.

Página 697.

Él había vuelto a la vida, lo sabía, lo notaba plenamente con todo su ser renovado.

Página 700.

Aquí arranca otra historia, la historia de la gradual renovación del hombre, la historia de su regeneración gradual, de su gradual transición de un mundo a otro, de su iniciación en una realidad totalmente desconocida hasta entonces.

Página 701.